La empresa que busca pareja estable a altos directivos y empresarios

Empezó a trabajar con Kike Sarasola cuando Room Mate, como marca, aún no existía. Lo único que fue cuando veronica alcanda Empezó a trabajar con el ex ciclista olímpico en el Hotel Mario, en la calle Campoamor (Madrid). Fue en 2006 cuando Verónica Alcanda entró a formar parte del proyecto Sarasola donde siempre ocupó puestos de responsabilidad, primero en el departamento de Recursos Humanos, luego Directora de Operaciones y, finalmente, Directora de Investigación y Desarrollo de Negocio para la expansión de la compañía.

Sarasola sabía muy bien a quién estaba contratando. La ambición de Alcanda de convertirse en gerente de un hotel viene desde muy joven. Concretamente desde la emisión de la serie de televisión titulada ‘Hotel’ -80s- que nunca se perdía. “Yo quiero ser así”, repetía cada vez que terminaba un capítulo. «¿Cómo está la niña?», la corrigieron sus oyentes, pensando que era un error, «No, no, como una barba. Quiero llevar el hotel”, dijo.

Y si lo hacía, tenía que esperar un rato. Después de completar los estudios necesarios como profesional del turismo, Alcanda trabajó durante un tiempo como guía para Francia y los países del Benelux. Muy bien, «porque ganaba mucho dinero y viajaba, que era lo que me gustaba». Hasta el estallido de la Guerra del Golfo (1991) con el consiguiente cese de la actividad turística.

Luego comenzó a enviar CV a hoteles con los destinos asiáticos más atractivos, desde Hong Kong hasta Singapur. Así le llegó la oferta del turoperador Iberojet para trabajar en Tailandia como Encargado del edificio. No lo pensó dos veces. Fue allí y en Tailandia se casó y se quedó durante 7 años. .

Comienza así su andadura por las principales firmas hoteleras, como Accor o Sheraton, entre otras. De Tailandia dio el salto a Australia, de aquí a Estados Unidos y luego a Inglaterra, sin que Alcanda se detuviera nunca para avanzar en su formación. Habla seis idiomas (español, francés, inglés, italiano, portugués y tailandés), es licenciada en Ciencias Empresariales y Psicología y MBA por la Business School de la Universidad de Manchester (Inglaterra) y, en España, por el IE Business Escuela hizo otra Maestría en Recursos Humanos.

En 2001 su madre le pidió que volviera a Madrid debido a una grave enfermedad de su padre. Así lo hizo, y mientras estuvo aquí, tuvo que ver el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York mientras comía. Sabía que el mundo turístico y hotelero iba a sufrir un nuevo revés y aprovechó para cambiar de tercio.

Volvió a aplicar, pero esta vez para consultores. Tuvo la suerte de llamarse Deloitte y permaneció allí durante tres años como consultora senior. Desde aquí vuelve al mundo hotelero con el proyecto Hospes, una cadena hotelera de lujo respaldada por Alicia Koplowitz– y, finalmente, dar el salto al aún no nacido Room Mate.

La idea que surge de un problema personal

La emprendedora Sarasola comenzó a trabajar con Kike en 2006, acompañándolo en su camino de expansión. “Fue emocionante, pero también muy duro, trabajábamos casi todos los días de la semana”, recuerda ahora.

Y en medio de tanto trabajo y tantos planos en el avión, Verónica apenas tuvo tiempo para dedicarse a la vida sentimental y poder encontrar una persona que ocupara su corazón. “Soy una mujer estable y estaba preocupada por encontrarla. Lo hice activamente, es decir, participé en foros y otras soluciones de Internet, pero no encontré a nadie que me satisficiera. Incluso pensé que tenía problema para volver a enamorarme y empecé a ir al psicólogo”, confiesa.

Fue por esos días cuando en un viaje cayó en manos de una revista sobre un nuevo negocio exitoso en Estados Unidos, el de la casamentero. “Me interesó porque era algo que estaba viviendo en carne propia y cuando volví a casa me puse a buscar una empresa en España que ofreciera el servicio y fui a ella. Mi sorpresa fue que no encontré nada parecido, así que me puse a pensar en montarlo yo mismo».

Qué es casamentero

Así lo hizo Alcanda en 2013, tras despedirse de Sarasola, portada Emparejamiento Alcanda a la que se refiere como «una empresa de selección de personas profesionales». Él casamentero consiste básicamente en la aplicación de técnicas de lacaza de cabezasg ‘(explorador) en busca de un socio. El cliente define el perfil de la persona que busca y, si la empresa acepta el pedido, se firma un contrato entre las partes para iniciar la búsqueda de su ‘socio ideal’.

Si bien la idea es originaria de los países anglosajones, Verónica Alcanda no se limitó a replicarla tal cual. Primero, porque era un mercado dominado por hombres y ella quería la paridad de género, y segundo, porque quería ofrecer las máximas garantías de éxito.

Así ideó su propio método, Sentimental de caza de cabezas, hoy patentado, con el objetivo de unir, de manera profesional y ética, a personas afines con el compromiso de compartir su vida. El método combina técnicas comúnmente utilizadas en Executive Search por Head Hunters, de ahí su nombre.

También añade procesos basados ​​en las normas internacionales de calidad UNE e ISO (UNE 93200, para la definición y elaboración de la Carta de Servicios y Compromisos de Calidad; ISO 9001, para la definición de los diferentes procesos operativos en la búsqueda de socio para los clientes, y ISO 10667, para la definición de los Procesos de Evaluación de Personas durante la selección de Candidatos). Con todo ello busca dotar al servicio de rigor, profesionalidad, seguridad y garantías.

como lo hacen

En cuanto a cómo proceder es sencillo. El cliente contacta con Alcanda Matchmaking, le dice lo que quiere y el perfil de la pareja que busca. Nada de fantasías, porque Verónica Alcanda es capaz de mandarlos a invertir el dinero en un psicólogo en lugar de gastar el dinero con ella. Una vez recibida y aceptada la solicitud, se envía un borrador de contrato que contiene los términos de búsqueda. El precio: 6.000 euros por el servicio de seis meses y entre 12.000 y 15.000 si es por un año. Si el cliente es extranjero, la tarifa sube a 20.000 euros.

La búsqueda la realiza la empresa, tanto a través de su base de datos como en la gestión social que realiza en determinados entornos, como campos de golf, encuentros culturales o eventos sociales, entre otros. Personas interesadas en unirse al círculo o, como dicen, al red, pueden registrarse en el sitio web como afiliados. Sin embargo, no ascienden a la categoría de candidatos hasta que no han superado el triple filtro de la empresa. A saber: entrevista telefónica, análisis de encaje con lo que busca el cliente y entrevista personal.

Hasta el momento no se dice nada del cliente al candidato, ni el nombre ni el número de teléfono porque la primera cita suele celebrarse en un restaurante cuya reserva se realiza a nombre de Alcanda Matchmaking. Preservar la identidad y confidencialidad de los clientes es una de las máximas de la compañía, ya que muchos de ellos son personas de reconocido prestigio.

Los primeros clientes de Alcanda Matchmaking fueron principalmente mujeres, aunque hoy en día son casi el 50%. Muchos de ellos le llegan a través de Linkedin, la única red donde la empresaria tiene presencia anunciándose entre corazones con un mensaje muy claro: Hablemos de amor.

Pero Veronica insiste en que enfatiza que su negocio no tiene nada que ver con las agencias matrimoniales, que tienen más probabilidades de unir a las personas, o con una agencia de citas esporádicas. “Nuestra misión es solucionar un problema para aquellos ejecutivos y empresarios que están interesados ​​en encontrar un socio estable, pero que no tienen el tiempo para buscarlo y no pueden ser expuestos públicamente por su reputación”. especifica.

De todos los que acuden a ella, dice que el 85% de los servicios que brinda, ‘avanzan positivamente’. «No estoy diciendo en una boda, no lo sé, pero por lo general lo hacemos bien con las citas».

A la actividad como profesional experto en Matchmaking, añade otra actividad empresarial para formar a otros profesionales en esta disciplina.

Y para que no te quedes con la duda de si Verónica Alcanda finalmente logró solucionar su problema personal o no, te contamos que sí, la empresaria vive actualmente entre Luxemburgo y España tras casarse en plena pandemia con un portugués. hombre de negocios que vive en Luxemburgo. pero no lo estaba haciendo pareo Cuando la conoció, habían sido amigos durante años.

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