¿Es negocio montar un rocódromo para escaladores?

La práctica de la escalada ha experimentado un continuo crecimiento en los últimos años. En este contexto, montar un rocódromo en un núcleo urbano puede ser un negocio muy rentable en 2021, año en el que se convertirá, por primera vez, en un deporte olímpico.

Aunque la escalada se asocia con la montaña y las paredes rocosas de cientos de metros de altura, lo cierto es que no todos los aficionados tienen a su disposición una zona apta para la práctica de este deporte cerca de sus casas. Es por eso que el escalador promedio suele ir a un rocódromo cerca de su casa durante la semana.

Sin embargo, montar un rocódromo no es fácil. En primer lugar, es necesario encontrar un lugar con las dimensiones suficientes para poder construir grandes rocódromos que llamen la atención de los aficionados. En este sentido, algunas instalaciones en Alemania o Estados Unidos alcanzan los 50 metros de altura.

Además, es necesario tener algunos conocimientos previos en el deporte de la escalada -o trabajando con alguien que lo tenga- para diseñar diferentes vías, adaptadas a varios niveles de dificultad, en un mismo rocódromo. Todo esto, en cumplimiento de la legislación vigente y la prevención de riesgos, aspecto clave de este negocio.

Además de escalada, un rocódromo puede incluir otros tipos de escalada servicios complementarios que ayudarán a que el negocio sea rentable más rápido: clases de yoga o pilates, fisioterapia, alquiler de material… O un bar-cafetería donde los clientes puedan comprar bebidas o hacer comunidad con una buena cerveza al finalizar el entrenamiento.

a creando una comunidad Es, precisamente, uno de los principales valores de la escalada, por lo que en el modelo de negocio de un rocódromo no puede faltar un buen programa de fidelización de clientes. En este sentido, ofrecer descuentos por comprar bonos semanales o mensuales suele ser una buena forma de mantener a los clientes habituales que serán la base del negocio.

Las claves para manejar un rocódromo

Los aspectos más importantes a la hora de gestionar un rocódromo no distan mucho de los de cualquier gimnasio o instalación deportiva. Ante todo, el consultor A2especializada en turismo de alta montaña, destaca la limpieza. En este sentido, identifican como una buena estrategia “luchar activamente contra la acumulación de magnesio y polvo del acabado adhesivo de los paneles”.

En la misma vena, humedad y temperatura del local es otra de las claves que identifica a A2. “Es una sorpresa a la que se están enfrentando muchos directivos por no haberlo previsto en el proyecto y plan de negocio, y marcará la diferencia frente a nuestra competencia”.

Finalmente, el mantenimiento y la variedad de rutas disponible es un valor añadido para cualquier rocódromo. Cuantas más variantes haya y mejor adaptadas a los diferentes niveles, más clientes podrán cubrir el negocio, que puede tener un público de todas las edades. Por tanto, es un negocio a tener en cuenta si quieres iniciarte en el sector de la salud y el deporte.

Deja un comentario